Estaba en la oscuridad total,
quizá la más profunda de todas,
sin ver ni buscar la salida,
sin ser y sin siquiera pretender.
Ya no quería despertarme
ni la salida del sol contemplar
extinguía cualquier posible destello
que pudiera saber a salvación.
Juré no volver a enamorarme
Juré no repetir tanto dolor
Y mi obsesión por alcanzarlo
casi me censura de tu amor.
Pero abrí los ojos y ahí estabas,
sin que mi historia te invite a correr
tan simple y tan sonriente,
que conquistaste todo mi ser.
A la distancia se puede ver
lo que la vorágine despinta.
Y yo observé que con tu amor
volvió a brillar la luz del sol.
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