jueves, 22 de febrero de 2007

ANGEL DE LA GUARDA



Estaba en la oscuridad total,

quizá la más profunda de todas,

sin ver ni buscar la salida,

sin ser y sin siquiera pretender.


Ya no quería despertarme

ni la salida del sol contemplar

extinguía cualquier posible destello

que pudiera saber a salvación.


Juré no volver a enamorarme

Juré no repetir tanto dolor

Y mi obsesión por alcanzarlo

casi me censura de tu amor.


Pero abrí los ojos y ahí estabas,

sin que mi historia te invite a correr

tan simple y tan sonriente,

que conquistaste todo mi ser.


A la distancia se puede ver

lo que la vorágine despinta.

Y yo observé que con tu amor

volvió a brillar la luz del sol.

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