miércoles, 21 de noviembre de 2007

Partida




Nada volverá a ser igual.
Existe un lugar que nadie podrá ocupar.
Existen personas que nunca te olvidarán.
Existen lugares que ya no te alcanzarán.
¿Cómo es la vida, no? De repente, sin indicios previos, sorprende aniquilando ilusiones, proyectos, sueños…
Aunque no éramos parientes, ni amigos, tu partida me causó una inmensa angustia.

Días y días invadiste mis pensamientos. Días y días no hacía otra cosa que pensar en tu familia, en tu novia, en tus amigos… en el inmenso sufrimiento que estarán padeciendo. Días y días me pregunté por qué. Y por días y días no encontré respuesta.
Mi único consuelo es tener la certeza que allá arriba estarás en paz, en esa misma paz que siempre irradiaste.

jueves, 21 de junio de 2007



Dejo aquí un texto extraído de La Nación, que me pareció sumamente interesante
El fracaso es un modo de vida
Hay satisfacción en el no poder, aunque no lo parezca, aunque lógicamente pueda resultar contradictorio.
Es una militancia narcisista la del fracaso y el dolor como verdad del mundo, la de la imposibilidad, la carencia, la marginalidad, el endiosamiento del caído y su desgracia. Actúa sordamente en la profundidad de nuestras personalidades, en algunas más y en otras menos, como una estrategia de frustración meritoria. Es un estado de gracia, esa vida que se desperdicia, al punto de que, en muchos casos (no todos), se prefiera realizar el gesto de rechazo del camino mundano de la felicidad posible para volver a afirmar una vez más el valor profundo de la frustración y de la pobreza.
El fracaso es un modo de vida virtuoso, que paga por medio de una poética de la desazón, del nihilismo, del escepticismo, del supuesto atrevimiento de ver una verdad nefasta, cuando esa verdad no es más que un maquillaje de la impotencia elegida como camino al cielo.
El fracaso es una modalidad social emparentada con religiones que han construido una estructura de sentido basada en el rechazo de la sensualidad, del cuerpo y de la vida real, en la desvalorización de las energías vibrantes que pueblan el mundo problemático y desbordante que es nuestra definitiva realidad. De esta forma, se ha preferido fabricar formatos de inmolación de fácil acceso, automáticos, cotidianos, a veces mínimos, formas accesibles para eludir el trabajo de ser y resultar así imbuido por una variante moderna y progresista de la santidad.
El fracaso puede ser visto como una militancia narcisista porque sucede en un sujeto que no quiere deshacerse en el logro, que prefiere señalarse en forma constante a sí mismo como núcleo de imposibilidad, como aquel que merecía mucho pero fue abandonado, arruinado por la suerte y dañado por otros. Si lograra algo, dejaría de serle posible la permanente autorreferencia, estaría señalando al mundo, apuntando para afuera cuando su interior vacío reclama el truco de postular universalmente la nada. La única garantía de permanecer fijado en la imagen propia es no desdibujarla con ninguna efectividad: eliminando la aparición de esos hechos que, por logrados, te suplantan; juegos armados que funcionan más allá de su generador; riqueza dada a luz y puesta en el mundo que llama la atención y pide mirar a una cosa que es ahora externa.
El fracaso es una norma, una ética, un manual de actitudes pasivas para contrarrestar el crecimiento de las acciones que inevitablemente surgen del deseo afirmado y querido. El fracaso es una orientación, un sentido para la vida, un orden, un cobijo, una manera de hacerse un lugar en medio de otros a los que no se inquieta con los deseos propios en movimiento. El fracaso arma una cofradía, una hermandad en la decepción, gran aglutinante, cemento de quietudes conjugadas que destilan la droga del resentimiento y se la aplican en forma recíproca. El fracaso es una forma de postergarse hasta el paroxismo y de disfrutar del ilimitado campo de lo que pudo haber sido pero no fue, frente al cual todo ser determinado es poco, todo logro una minucia -todo amor realizado un sucedáneo del amor imaginado y potencial, del amor lindo de las relaciones fracasadas-, dado el tamaño de un deseo que no necesitó nunca probarse para dar lugar a un sentido. Sentido de nada, pero sentido grande, inmenso, cielo encapotado para una muerte en vida que suena a demostración de soberanía y voluntad de no transar.
El fracaso es un juego comunitario, el desafío a toda propuesta activa a mostrar su ambición con la esperanza de poder neutralizarla. Es el arte de una comunidad que prefiere la pureza inteligente de la abstinencia al error implícito en el movimiento, comunidad aguerrida en sus expresiones que después elige quedarse quieta pretextando una lucidez extrema.
El fracaso es un modo de ofrecerse en el altar de la historia, de decirles a nuestros mayores que tenían razón, que se queden tranquilos, que si ellos no lo lograron tampoco nosotros lo lograremos, que su límite era inexpugnable y que prolongaremos con nuestra incapacidad la que ellos cultivaron y padecieron. Porque la incapacidad se cultiva, se talla, esmeradamente, con paciencia, trocito a trocito, para no resaltar ni mostrarnos demasiado poderosos, felices, solventes. Para evitar ese atrevimiento de buscar y acceder al logro: ¿cómo, destacándose en un universo de estropeados, quién te creés que sos, vos, justo vos, para avanzar como si fuera posible hacerlo, para creerte valioso y capaz, para querer vivir más de lo que otros pueden o quieren vivir?
La alineación con la imposibilidad no es el cumplimiento de un compromiso moral; es, simplemente, la ampliación del fenómeno de la pobreza, el ejercicio de la desertificación social presentado engañosamente como aporte.
El enemigo somos nosotros, estas formas de vida, estas costumbres que no queremos mirar a la cara. Es de la transformación de estos sentidos básicos de los que nuestra vida nacional está aún demasiado llena; de donde puede tomar fuerza un país menos volcado a la pobreza, la esterilidad y la frustración.
Nuestra moral de rechazo al éxito, por considerarlo superficial, frívolo, egoísta, inválido, es el fondo sobre el cual sacrificamos mil posibilidades.
Si queremos cambiar la historia, desarrollar el país, aprovechar la coyuntura actual, promover la maduración sin la cual todo crecimiento es sólo un impulso de existencia limitada, tenemos que trabajar en este trasfondo moral equívoco, desactivar el mecanismo que, sin que nos demos cuenta, nos convoca a la idolatría del desengaño.
¿Es posible? Claro que lo es, sobre todo si en vez de apuntar a la solución final, a la eliminación de todo lo problemático, entendemos y aceptamos que todo logro es parcial, y que dentro de ese universo de parcialidades hay, sin embargo, mucho por ganar.
La Nación
Un artículo interesante de Bucay sobre la pareja y el amor...
Quizás la expectativa de felicidad instantánea que solemos endilgarle al vínculo de pareja, este deseo de exultancia, se deba a un estiramiento ilusorio del instante de enamoramiento.
Cuando uno se enamora en realidad no ve al otro en su totalidad, sino que el otro funciona como una pantalla donde el enamorado proyecta sus aspectos idealizados.
Los sentimientos, a diferencia de las pasiones, son más duraderos y están anclados a la percepción de la realidad externa. La construcción del amor empieza cuando puedo ver al que tengo enfrente, cuando descubro al otro.
Es allí cuando el amor reemplaza al enamoramiento.
Pasado ese momento inicial comienzan a salir a la luz las peores partes mías que también proyecto en él. Amar a alguien es el desafío de deshacer aquellas proyecciones para relacionarse verdaderamente con el otro. Este proceso no es fácil, pero es una de las cosas más hermosas que ocurren o que ayudamos a que ocurran.
Hablamos del amor en el sentido de "que nos importa el bienestar del otro". Nada más y nada menos. El amor como el bienestar que invade cuerpo y alma y que se afianza cuando puedo ver al otro sin querer cambiarlo.
Más importante que la manera de ser del otro, importa el bienestar que siento a su lado y su bienestar al lado mío. El placer de estar con alguien que se ocupa de que uno esté bien, que percibe lo que necesitamos y disfruta al dárnoslo, eso hace al amor.
Una pareja es más que una decisión, es algo que ocurre cuando nos sentimos unidos a otro de una manera diferente. Podría decir que desde el placer de estar con otro tomamos la decisión de compartir gran parte de nuestra vida con esa persona y descubrimos el gusto de estar juntos. Aunque es necesario saber que encontrar un compañero de ruta no es suficiente; también hace falta que esa persona sea capaz de nutrirnos, como ya dijimos, que de hecho sea una eficaz ayuda en nuestro crecimiento personal.
Welwood dice que el verdadero amor existe cuando amamos por lo que sabemos que esa persona puede llegar a ser, no solo por lo que es.
"El enamoramiento es más bien una relación en la cual la otra persona no es en realidad reconocida como verdaderamente otra, sino más bien sentida e interpretada como si fuera un doble de uno mismo, quizás en la versión masculina y eventualmente dotada de rasgos que corresponden a la imagen idealizada de lo que uno quisiera ser.
“En el enamoramiento hay un yo me amo al verme reflejado en vos." Mauricio Abadi.
Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.
de Jorge Bucay, libro: "Amarse con los ojos abiertos"

miércoles, 16 de mayo de 2007




Dejo aquí abajo una canción que descubrí cuando fui a ver una peli titulada "Quién dijo que es fácil". El tema sonaba al final, mientras los créditos del film corrían...

MENOS MAL (de Andrea Echeverri)

Tu menos mal que apareciste
menos mal me convenciste
menos mal sigues aquí

menos mal nos ofendimos
menos mal nos perdonamos
menos mal nos dimos otra oportunidad

menos mal que construimos
menos mal nos decidimos
a seguir hasta el final

menos mal nos equivocamos
menos mal nos enmendamos
menos mal volvimos a empezar

no te vayas nunca
lo malo disculpa
no te alejes, no me dejes
(no te alejes no me dejes)

menos mal que apostamos
que semillitas sembramos
que nos hacemos reir

menos mal nos divertimos
como niños sorprendidos
menos mal sentimos juntos ganas de vivir

menos mal nos conectamos
menos mal nos impregnamos
menos mal nos penetramos

jueves, 22 de febrero de 2007

SER ESPECIAL


Él es un chico diferente, distinto a todos los demás,
no se rige por patrones, es un ser particular.
Su historia lo hizo solitario y ajeno a la sociedad
y su espíritu idealista lo transformó en especial.

Él es un chico complejo, no le gusta concordar
no le importa lo que piensen, si está bien o si está mal
puede ser muy impulsivo o medir su accionar
pero nunca venderá sus principios ni su moral.

Él es así, difícil de entender y fácil de querer.
Él es así, duro en apariencia y frágil en esencia.

Él es heterogéneo inclusive en el amor
situaciones de la vida enyesaron su corazón
congelaron sensaciones y frenaron la emoción
pero la vida da sorpresas, y con él no hubo excepción.

Él está abierto a los placeres, la alegría y la pasión,
y entre su música, el deporte y la lectura, estoy yo.
Por eso hoy quisiera dedicarle esta canción
Y decirle cuánto valoro ser parte de su elección.

Él es así, difícil de entender y fácil de querer.
Él es así, duro en apariencia y frágil en esencia.


ANGEL DE LA GUARDA



Estaba en la oscuridad total,

quizá la más profunda de todas,

sin ver ni buscar la salida,

sin ser y sin siquiera pretender.


Ya no quería despertarme

ni la salida del sol contemplar

extinguía cualquier posible destello

que pudiera saber a salvación.


Juré no volver a enamorarme

Juré no repetir tanto dolor

Y mi obsesión por alcanzarlo

casi me censura de tu amor.


Pero abrí los ojos y ahí estabas,

sin que mi historia te invite a correr

tan simple y tan sonriente,

que conquistaste todo mi ser.


A la distancia se puede ver

lo que la vorágine despinta.

Y yo observé que con tu amor

volvió a brillar la luz del sol.

miércoles, 24 de enero de 2007

VACÍO

Siempre creí que dar

era una acción hermosa

tan natural como una rosa.

Dar sin nada que esperar.


Y aunque el desamor

intentó matar mi convicción

no sirvió esa decepción

para evitar otro dolor.


Tanto di y con tantas ganas

que ahora estoy desamparada,

se agotó el amor que brindaba

y hoy ya no tengo nada.

INDIFERENCIA


¿Cómo se hace para frenar

tanto amor que se tiene para dar?

¿Cómo se hace para no sufrir

la indeferencia que se suele sentir?


Muchas preguntas, ninguna respuesta.

Muchos abrazos, ningún Te Amo.

Cuánto sentimiento compartido

dentro de este corazón partido.


Nunca alcanza la presencia

cuando se sufren las ausencias.

Nunca alcanza lo vivido

si sólo queda en el olvido.

¿PARA QUÉ?


No te pedí invadir mi soledad

Ni te obligué a decir “te amo”.

Abrí mi corazón y fue en vano,

Me convertí en víctima de tu necedad.


¿Para qué llegás si luego escapás?

¿Para qué me das si luego me quitás?

¿Para qué hablás si luego callás?


Nunca había deseado el mal,

pero tu crueldad me hizo capaz

de imaginarte en el más allá

ardiendo en las llamas de la verdad.


¿Para qué llegás si luego escapás?

¿Para qué me das si luego me quitás?

¿Para qué hablás si luego callás?

DESTIEMPO

Él te enamoró, él te atrapó,

y jugó con vos al juego del amor.

Repartió las cartas sin ningún temor,

robó tu corazón y se marchó.


Cruel el amor, si no viene de a dos.

Cruel el tiempo, si ancla el recuerdo.

Maldita canción, espejo de los dos.


Llegué a tu vida casi sin pausa,

pero en tus llagas aún sangrabas.

No me banqué el lugar que me dabas,

fui consecuencia, yo quise ser causa.


Cruel el amor, si no viene de a dos.

Cruel el tiempo, si ancla el recuerdo.

Maldita canción, espejo de los dos.